miércoles, 2 de octubre de 2019

SERRANA






Con el nombre común de serrana, se ha venido englobando a una parte del género "iberus".

Unos moluscos muy conocidos y aún más perseguidos en toda la zona por su gran valor culinario. A esto hay que sumar el hecho de que su cría en cautividad no es posible, lo que lo ha llevado a considerarse una especie casi amenazada.

Este endemismo ibérico habita terrenos secos con pequeños matorrales de esparto, albardín, albaida, tomillo, romero, etc... Seguramente sea la alimentación a base de estas plantas, muchas de ellas aromáticas, lo que le da un sabor extraordinario. Prefiere los vegetales ya secos y húmedos por la lluvia. Por tanto, no causa daño alguno a los cultivos.



Sale exclusivamente con las precipitaciones y si estas han sido copiosas, durante varios días posteriores se le puede ver  por las noches. No soporta la luz directa del Sol ni tampoco el viento. El resto del tiempo lo pasa oculto entre piedras o en el centro de los matorrales más densos.

Son hermafroditas. El acoplamiento se produce, en cualquier época del año, exceptuando el verano. Aprovechan las lluvias tanto para reproducirse como para hacer la puesta. La tierra reblandecida, permite que perforen los agujeros donde la realizan.