LAS ROTONDAS, SECADEROS DE OLIVOS.
La construcción de grandes infraestructuras como las autopistas, con las que nadie gana nada, excepto quien las construye (y cobra, claro está), supone la destrucción de enormes extensiones en las que se arrasa, tanto la biodiversidad como los antiguos cultivos de árboles centenarios que son convertidos, en el mejor de los casos, en leña. Además constituyen barreras infranqueables para muchas especies, por lo que la relación entre ellas y el intercambio genético se ve, cada vez, más mermado.
Las rotondas se convierten así, en las destinatarias de algunos de estos árboles con el fin de dar cierto toque "ambiental" al absurdo de estas inversiones multimillonarias que no tienen más objeto que el de adjudicar el dinero público a determinadas empresas y, de paso, facilitar el acceso masivo del turismo a la costa (es el caso de la "rescatada" autopista de Cartagena-Vera que no tiene más objeto que "cristianizar" todo ese tramo de costa salvaje e inculta). Al poco del trasplante traumático de estos viejos ejemplares, se les abandona a su suerte, hasta que, definitivamente, mueren.
Rotonda a la salida de la famosa Autopista del Bancal, a la RM-301, en dirección al Embalse de la Pedrera |
La construcción de la Autopista del Bancal, que atraviesa la zona en que se centra este blog, daría para escribir un libro. Un auténtico monumento a la estupidez y caradura humanas. Para su realización se estuvo convirtiendo en grava el Cabezo Negro de Zeneta, un volcán ultrapotásico (una rareza) incluido entre los lugares de interés geológico más importantes de España a nivel mundial dentro del inventariado del Proyecto GEOSITES, auspiciado por la UNESCO. Y a pesar de las reiteradas denuncias y quejas, el correspondiente e incompetente político de turno, sólo cerró la cantera cuando ya se había destruido, irreversiblemente, una parte importante de este lugar. Ver para creer: la administración pagando grava procedente de una cantera ilegal en un espacio protegido, para construir una autopista.
No estoy seguro, pero si además se paga por el mantenimiento de estas rotondas, la cosa tiene guasa, porque no hay mas que ver el estado de la mayoría de ellas. La foto habla por sí sola.
NOTA: Todo lo aquí expresado son opiniones particulares que entiendo vertidas en el más estricto ejercicio de la libertad de expresión reconocida por la constitución española. Si han de ser motivo de querella, como diría Groucho, tengo otras.
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