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Planta de hasta dos metros de altura, muy adaptada a la sequía y a suelos salobres. Presente en buena parte de la costa mediterránea europea, Norte de África y Canarias. En la península se la puede encontrar, en mayor número, en el sureste e islas baleares.
Su nombre, intricatum, hace referencia a la forma de crecimiento de sus tallos arqueados, que llegan a formar una maraña infranqueable, tanto por lo tupido del arbusto como por las espinas que posee.
Sus hojas son pequeñas y muy carnosas, de las que se despoja en verano hasta la llegada de las siguientes lluvias.
Las flores son pequeñas, hasta 1,5 centímetros y de color que varía entre el rosa y el violeta.
Se ha utilizado en infusiones como diurético y para tratamiento de enfermedades respiratorias.
En canarias, una vez seco el tallo se vaciaba para fabricar caños de cachimbas, además de usarse la planta como combustible para los hornos por su alto poder calorífico.
En el Sáhara se utiliza como alimento para el ganado y el fruto es consumido, tanto en crudo como en mermelada. Del mismo fruto, calentándolo, se obtiene un líquido espero que se utiliza para impermeabilizar las costuras de los objetos de cuero. Con el jugo extraído de machacar las hojas, solo o mezclado con agua, se elabora un colirio para tratamiento de enfermedades oculares en personas y animales. Un último uso, en el que no me he atrevido mucho a indagar, es el que se da a los tallos, que introducidos en la boca de las crías de ovejas, cabras y camellos sirven para evitar que mamen.
Me parece una planta muy atractiva y en alguna guía la proponen para crear vallados de setos vivos. Seguro que el efecto sería muy llamativo.
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