viernes, 30 de noviembre de 2018

TARENTOLA MAURITÁNICA



                                                 SALAMANQUESA COMÚN

Ejemplar sobre una pared de cemento


Pequeño reptil de la familia de las Gekkonidae. De las dos especies existentes en la zona (común y rosada), la presente es la que más crece, alcanzando los 15 cm. Dice Wikipedia que "más una longitud similar o poco más para la cola"... He visto muchísimas en mi vida, pero de 30 cm, jamás y eso que en mi casa, donde nunca las molestamos, se crían gordas. Yo lo dejaría en unos veinte centímetros, en total, para las verdaderamente grandes.

Presentan tonalidades de color variables entre los marrones, pardos y grises y su intensidad varía a lo largo del día, siendo más oscuras o claras en función de la necesidad que tengan de absorber luz y calentarse. El cuerpo es grueso y su piel presenta bultos cónicos.


Pequeño "dragonet" en la ventana de mi casa en la ciudad


Sus ojos, con pupilas verticales, carecen de párpados y los limpian y humedecen con la lengua.

Una de las cosas mas llamativas de las salamanquesas es su facilidad para desplazarse por superficies verticales, techos e, incluso, por el cristal y esto es debido a las protuberancias con forma de láminas que posee en los dedos y que le proporcionan una gran adherencia. 

Se las puede ver casi en cualquier lugar, incluido dentro de las viviendas en medio urbano, donde no siempre son muy bien acogidas.

Son, fundamentalmente, de hábitos nocturnos y se las suele ver en torno a focos de luz a los que se ven atraídos multitud de insectos que constituyen su dieta principal.

Durante los meses de primavera, hacen dos puestas de dos huevos esféricos cada una y las crías nacen cuatro meses después. Durante la época de la reproducción es fácil escucharlas (algo parecido a piar), sobre todo en lugares cerrados y silenciosos.

 En invierno, como otros muchos reptiles, desaparecen de la vista, pues es su época de hibernación.


Es un verdadero placer contemplar durante las noches de verano, como acechan y cazan a los insectos en torno a las luces. Más aún, si esos insectos son los mosquitos que te están acribillando las piernas.






La salamanquesa tiene la capacidad de practicar la autotomía. Puede desprenderse de la cola voluntariamente para así escapar de sus depredadores.
En esta foto se aprecia bien la desproporción entre el cuerpo y la cola que ahora le crece nuevamente después de haberse desprendido de ella.

sábado, 24 de noviembre de 2018

CULEBRA BASTARDA









          Es ya 24 de noviembre y aunque ha salido el Sol de forma discreta, no esperaba ver ya culebras activas por el campo. Menos aún si tenemos en cuenta que llevamos muchos días nublados, con lluvias frecuentes y con temperaturas que han bajado varios grados. Sin embargo, hoy, una de mis perras me ha alertado y me he encontrado con este ejemplar al que he medido a ojo y que debe andar por los 180 cm. No soy un experto en reptiles, pero por las descripciones, el tamaño y lo frecuentes que son en la zona, estoy casi seguro de que se trata de una bastarda (malpolon monspessulanus).



     

          Las culebras siempre han tenido una inmerecida mala fama. Supongo que es algo que se alberga en nuestra memoria de especie. Las serpientes venenosas siempre fueron un peligro muy  real para las poblaciones en tiempos pasados y aunque las víboras casi han desaparecido de nuestros campos, aún queda ese respeto por todos los reptiles que puedan parecérsele, aunque sea de forma remota.

          A pesar de ser animales muy beneficiosos para los intereses de los campesinos, se las ha perseguido y eliminado sistemáticamente. Además no constituyen peligro alguno para las personas. Son muy pocas las especies que llegan a morder (y solo cuando son acorraladas) sin suponer ningún problema para la salud, pues sus dientes son muy pequeños y no causan herida alguna.



          Su color es variable, presentando tonos grises (como en este caso), pardos y verdes y el vientre suele ser de color claro, amarillento o blanquecino.

          De entre todas las culebras de la península, esta es la que mayor tamaño alcanza (hasta los dos metros y medio). Es venenosa, pero su veneno lo inyecta con unos colmillos posteriores que solo llegan a inocular a sus presas una vez que ya están en su boca.

          Cuando se las molesta hacen cara, irguiéndose y siseando, aunque lo normal es que escapen a gran velocidad. He llegado a verlas saltar los márgenes de los bancales salvando desniveles importantes.

          Comen casi de todo: insectos, otros reptiles, mamíferos de pequeño y mediano tamaño e, incluso, conejos.

          La cópula se produce entre abril y mayo y la puesta es variable según la edad de la hembra. La eclosión tiene lugar entre los meses de agosto y septiembre y suelen hibernar entre octubre y marzo, aunque esta ya va con bastante retraso.

domingo, 4 de noviembre de 2018

NO PASAR. MONTERÍA.



       


          Con esta lindeza me encontré el pasado 20 de octubre cuando en una visita a Las Hurdes, conducía desde Riomalo de Abajo al mirador de El Melero. Ni siquiera tuvieron la delicadeza de colocar los carteles al inicio de la pista, lo encontré después de haber recorrido un kilómetro aproximadamente y, para que no cupiesen dudas, uno a cada lado de la carretera.

          Ignoro si el camino es público o particular, pero, en cualquier caso poco importa, pues conduce al que muchos consideran (y yo también) uno de los paisajes más extraordinarios de la península ibérica. Haría bien el gobierno de Extremadura en plantearse qué prefiere, si el turismo sostenible de naturaleza o el monte lleno de gente armada y rehalas de perros hiper alterados, con el resultado que esto puede tener. Dicho de otro modo, debería plantearse si se inclina por una actividad mayoritaria y pacífica u otra minoritaria y moralmente, bastante cuestionable.

          Ya antes, en la misma población de Riomalo de Abajo, el ambiente se palpaba. Montones de todoterrenos con remolques de dos pisos llenos de perros de caza, dejaban claro lo que se estaba cociendo.

          Más tarde, ya subiendo hacia Riomalo de Arriba, se nos cruzó en la carretera un perro solitario, aparentemente siguiendo rastros, que iba equipado con un localizador.

          Me pregunto cómo alguien puede llamar deporte a una actividad como ésta en la que el despliegue de medios técnicos, humanos, animales, etc... tiene por objeto una masacre en la que lo único que importa es matar y cuanto más mejor. Me recuerda a las imágenes que se emitían en televisión cuando las imputaciones, perdón, "investigaciones" a Ignacio González con sus cacerías y volquetes de putas.

          ¿Dónde quedó aquello del cazador que sigue a una pieza y le da caza con unos medios aproximadamente equilibrados?

          Quisiera equivocarme, pero estoy convencido de que la mayoría de cazadores no respetan las leyes ni normativas de esta actividad. En nuestra zona, he sido testigo directo de todo tipo de disparates. Recuerdo un tejón disecado en cierto restaurante de Torremendo, que habían cazado en La Murada, un buitre abatido en La Pedrera, rapaces disecadas presidiendo salones de casas, matanza sistemática de zorros con bombonas de butano, cuando no se asaltaba las zorreras y se sacaba a las crías para después matarlas, etc...

          Recuerdo también el buen talante de uno de estos "deportistas", cuando con todo respeto le invité a salir de la finca y desairado, le disparó al primer pájaro que pasaba (una tutuvía),  por no pegarme un tiro a mí.

          En otra ocasión, uno de estos señores, con la escopeta montada, estaba a escasos 20 metros de la puerta de mi casa, con toda la familia presente. Cuando le dije que no podía estar a menos de 500 metros de una casa habitada me contestó "sé lo que me hago".

          La caza de conejos con hurón y las redes para aves están a la hora del día. Y poco más que decir sobre la colocación de venenos en los cotos para eliminar lo que ellos llaman "alimañas".Hace algunos años, en la Sierra de Escalona, la Guardia Civil tuvo que intervenir en un coto por la colocación de lazos. En una sola inspección localizaron estrangulados un tejón, un zorro y un pastor alemán, además de un alcaraván muerto dentro de un jaulón a las puertas de la casa de la finca.

          Estas malas artes se extienden, incluso, a los agricultores que no dudan en usar trampas y colocar venenos para matar a conejos sin importar lo que a principios de los noventa, nuestros políticos en el poder llamaban "daños colaterales". En nombre del interés particular, sea económico o "lúdico", todo está permitido.

Perdigones atrapados en trampa colocada por agricultor








Venenos colocados por agricultores para eliminar conejos. Este agricultor, que llegó a reincidir hasta tres veces en esta práctica, llenó la finca por completo.



Cernícalo atrapado en la misma finca.