martes, 22 de enero de 2019

LAGARTO OCELADO




     

TIMON LEPIDUS



Juvenil.




Adulto




         Se trata del mayor lagarto de Europa, distribuido por el Suroeste del continente y ciertas zonas del Norte de África. Puede alcanzar los 70 cm de longitud  y lo mejor que lo define, seguramente, sea su robustez.

         Su nombre viene dado por los ocelos que cubren su piel, que con el paso del tiempo van perdiendo intensidad hasta casi desaparecer. En los individuos juveniles predominan los colores claros, tornando a oscuros al llegar a la edad adulta.


Juvenil recogido de un depósito de agua en el que se había ahogado.

          En nuestra zona predomina la subespecie nevadensis, también llamado lagarto bético.

          Prefiere espacios abiertos con matorral y piedras donde poder ocultarse y hacer sus puestas. Es también, un buen escalador. No es muy difícil verlo subido a los árboles.

          La puesta, que varía entre los seis y los diecisiete huevos, se produce entre los meses de marzo y julio, pudiendo llegar a hacer dos.

          Se alimenta, fundamentalmente, de insectos, aunque en ocasiones llega  a asaltar nidos de aves y a devorar a otros reptiles de menor tamaño.

          Su población decae de forma significativa, por pérdida de hábitats. Durante siglos ha sido un habitual en los campos de cultivo, pero las transformaciones agrarias, cada vez más extendidas, no dan ni una sola oportunidad a la especie.

          Son depredados por los animales domésticos y, sobre todo, los gatos. En mi propiedad se instala uno, esporádicamente, para sacar a sus crías y en las pocas semanas que permanece en ella, mata a un buen número, de los que sólo deja la cabeza.

          También son muchos los ejemplares que mueren en la carretera.


Timon Lepidus (no puedo especificar subespecie) en Valderredible (Burgos)



         En Jumilla y Yecla, se les llama Ardachos. A los niños se les ponía una pata del reptil por la creencia de que tenía poderes curativos y fortalecía los dientes.

          Aunque la costumbre ha decaido mucho, aún hoy es consumido en Extremadura.

          En la antigüedad se le atribuía multitud de aplicaciones médicas a diferentes partes de su cuerpo. Como ejemplo, sus heces se han venido utilizando para tratar diversas dolencias oculares y, al parecer, con alguna base científica.




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